MI PRIMERA SEMANA EN LA USIL

En la mañana del día jueves;  me desperté temprano como de costumbre, me puse a hacer mi desayuno, yo y alguna de mis compañeras .como teníamos trabajo; de lo que nos habían dejado  en la USIL (universidad San Ignacio de Loyola) entonces  nos apresuramos un poco en alistarnos, y tuvimos que llamar a mis demás compañeros del grupo para hacer el trabajo  en la USIL  y uno de los integrantes del grupo se estuvo tardando mucho así que yo y mis compañeros  nos adelantamos  a la estación de tren. Cuando llegamos, justo en ese momento el tren también estaba llegando; nos fuimos corriendo para abordar el tren. Pero mi compañero k se tardó ya no pudo alcanzar el tren. Entonces tuvo que esperar a que viniera el otro tren.

En el vagón que mis compañeros y yo subimos habían muchas ´personas, así que viajamos apretados... yo no me di cuenta de que me había pasado de paradero. Así que me baje en el siguiente paradero. Tuve que esperar al otro tren que iba a venir dentro de 10min. Cuando llego el tren me subí inmediatamente; baje en el paradero que tenía que bajar anteriormente, me fui corriendo qué, no vi a mis compañeros que me estaban esperando al frente; cuando pase al otro lado de la pista seguía corriendo. Yo pensé que mis compañeros se habían adelantado;poco después me di con la sorpresa de que, estaban viniendo detrás de mí. Solo nos quedó reírnos del incidente que había pasado; entonces, tomamos un carro para venirnos a la USIL.

Cuando llegamos nos fuimos inmediatamente a la sala vid a hacer nuestro trabajo, felizmente habían computadoras vacías; así, que hicimos nuestro trabajo, todo estaba quedando perfecto. Justo estábamos por terminar  el trabajo una de mis compañeras lo manipula la computadora; y lo borró  todo el trabajo realizado. No tuvimos otro remedio que hacer nuevamente el trabajo, el problema era que ya no teníamos tiempo, sólo faltaba  media hora para que comience las clases. Tuvimos que buscar nuevamente información; nos quedamos hasta sin almorzar por querer terminar el trabajo. Tuvimos que ir a imprimirlo, y nos hizo tarde para llegar a  clase. Justamente nos tocaba con el profesor que nos dejó el trabajo, cuando terminaron sus horas, el profesor se retiró y ni siquiera se acordó del trabajo que nos había dejado.

Autor(a):  Soledad Delgado Choquehuanca